Catonas, historias de dolor y muerte

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Tres homicidios en 9 días causó conmoción en Catonas. El último hecho se produjo el martes 26 de agosto. Se trataría de un ladrón que fue baleado por un Policía Federal retirado. En el primero se trata de un hombre que fue asesinado en una fiesta familiar, por un individuo que fue echado del festejo. En el medio, una sangrienta venganza, que se cobró la vida de un adolescente.

Fiesta trágica

Durante la madrugada del domingo 17 de agosto se festejaba un cumpleaños en una vivienda de Roma y Belgrano. Pero una persona estaba bebida y la expulsaron del evento.

Fidel Ayala González, de 24 años, fue hasta una finca cercana. 20 minutos después volvió. Ya estaba armado.

Desde la calle comenzó a disparar. Tres plomos alcanzaron a Cirilo Emilio Benítez, de 35 años. Murió en la clínica Brandsen de Ituzaingó.

El asesino sigue prófugo. Los investigadores creen que escapó a la República de Paraguay, su lugar de nacimiento.

Venganza

En otro hecho ocurrido el domingo 24 de agosto a la madrugada, fue asesinado Nahuel Machuca, de 18 años. Habría estado en un cumpleaños en el centro de jubilados ubicado al lado de la seccional policial. Inmediatamente después que el joven abandonó el lugar, se escucharon varios disparos en el complejo habitacional.

 Horas después apareció el cadáver del adolescente en las inmediaciones del edificio 305. Presentaba dos disparos -posteriormente se comprobó que se trataba de un arma calibre 9 milímetros- y varios puntazos de arma blanca.

La pesquisa determinó que un hombre llamado Julio S. habría sido quien asesinó a Machuca. El móvil sería una venganza. Días antes un hijo de Julio S. habría sido brutamente golpeado por un grupo de jóvenes. El hijo de Julio S. habría robado en el complejo habitacional y el padre juró venganza.

Durante la noche del lunes se allanó un departamento en el edificio 104. Desde allí los policías se llevaron detenido a este individuo.

Intento de robo fatal

Un delincuente abordó a un joven en la esquina de O´Brien y España. Lo despojó de algunos elementos de valor a punta de pistola e intentó darse a la fuga. Ya había anochecido. El martes 26 de agosto llegaba a su fin.

Inmediatamente salió el padre de la víctima, un Policía Federal retirado de apellido Fernández. El hombre estaba armado. Se enfrentó a los tiros con el ladrón, quien finalmente escapó.

Pero pocos metros logró hacer. Murió desangrado en la calle. Un solo disparo le cortó la arteria femoral.

Personal de la Comisaría 8º de Catonas secuestró el arma reglamentaria del efectivo jubilado y lo trasladó a la seccional donde el fiscal en turno le tomó declaración. Posteriormente el funcionario judicial dispuso su liberación.

 

El cuerpo del malogrado delincuente fue trasladado a la morgue judicial de Lomas de Zamora, donde se realizó la operación de autopsia. El cadáver aún continúa en el depósito de la institución ya que aún no fue identificado y por lo tanto nadie reclamó los restos mortales para darles cristiana sepultura.